El Museo Romántico por fin abre sus puertas
Parecía que tras más de nueve años cerrado el Museo Romántico de Madrid nunca volvería a abrir sus puertas y estaría condenado a esa especie de limbo administrativo en el que se quedan, por desgracia, muchas de nuestras instituciones culturales, que sin estar completamente clausuradas se mantienen cerradas al público durante años y años.
Pero gracias a Dios y a la inversión económica de más de 9 millones de euros realizada por el Ministerio de Cultura el Museo romántico, ahora Museo Nacional del Romanticismo, ha vuelto abrir sus puertas ofreciéndonos una fantástica colección de piezas del siglo XIX y la posibilidad de curiosear, mientras andamos por sus salas, todas las estancias privadas de una casa de la alta burguesía del XIX.
Es, sin duda, una autentica “joyita” de museo, recogido, coqueto, elegante, un museo en el que el curioso que todos llevamos dentro disfrutará enormemente indagando en cada una de las estancias y viendo todos los detalles de la vida cotidiana de las clases altas del siglo XIX, desde el ámbito más social desarrollado en el salón de baile , la sala de música o el fumador, reservado solo a los hombres, hasta las curiosidades más privadas como los juegos de los niños, los utensilios de higiene tanto masculinos como femeninos o incluso los “tronos” de evacuación de los que encontramos un ejemplo en el museo con nada menos que el “trono” de Fernando VII.
Además el museo nos ofrece una fantástica oportunidad, superando la anécdota de poder “fisgonear” en una casa privada, de adéntranos en la cultura del siglo XIX encontrando así ejemplos de pinturas costumbristas tanto andaluzas como madrileñas, otras más orientalizantes firmadas por nombres tan relevantes como Villamil o Lameyer y haciendo un repaso a las vicisitudes políticas, culturales y sociales más destacadas del XIX como por ejemplo la diferencia entre la vida de las damas y la de los hombres, la idea constante del suicido romántico, las convulsiones políticas del reinado fernandino y del de su hija Isabel II y como no podría ser de otra manera se reserva una sala entera dedicada a la figura de nuestro romántico más destacado Mariano José de Larra.
Pero la importancia de la reapertura de esta fantástica casa-museo va más allá de la clara relevancia como institución cultural, que sin duda volverá a tener rápidamente, puesto que el Museo Romántico es uno de esos museo que por alguna razón siempre ha contado con el cariño del público, de hecho todo el barrio del Palacio de Matallana (edificio en el que se alberga la institución) se ha volcado con su reapertura, incluso algunos restaurantes de la zona ofrecen ya un “Menú del romanticismo”.
Ir a visitarlo se convertirá en una cita ineludible para el próximo invierno, en la que poder pasar una “romántica” tarde resguardados del frío invernal en sus maravillosas salas llenas de detalles y curiosidades. Y para los que quieran esperar a la primavera para visitarlo podrán disfrutar de una fantástico salón de te que abrirán a partir de abril en el jardín del museo, donde podrán pasar una agradable tarde leyendo, tomando algo y disfrutando de un ambiente refinado y exclusivo, tal y como lo hubiesen hecho los románticos del XIX….
Marta de Orbe
Art Wanson Gallery 